Hola a todos, después de un largo
parón estival, ya estamos de vuelta para contar nuevas aventuras. Este parón me
ha venido bien para descansar y reponer fuerzas ya que la primera salida del
año ha sido bastante dura.
Ya han pasado unas semanas de la
aventura, pero no he tenido muchas ganas de escribir hasta hoy. Durante la
semana previa a la salida, tenía dos frentes abiertos para realizar una
escapadita de fin de semana, el primero era desplazarse a Sierra Nevada y subir
el Mulhacen y el otro era ir a los Pirineos a subir el Pico Cotiella y
aprovechar para hacer alguna vía ferrata, finalmente haríamos la segunda
opción.
En ésta aventura me van a
acompañar dos personas más, Xavi, que ya lo he mencionado en entradas anteriores
y que se conoce todo el Pirineo, no exagero, y su compañero de universidad
Rafa, un gran amante de la naturaleza y experto en aves y plantas, no sabéis lo
que he aprendido.
A las 6:00 del viernes, Xavi es un dormilón pero para estas
cosas sí que se levanta el granujilla, partimos en dirección Pirineos, el viaje lo
haremos en tres partes, ya que tenemos dos paradas para realizar vías ferratas
y ya decidimos que iremos al Pico Cotiella.
La primera parada del día la
realizamos en Baells, a 3 horas de Vila-real, éste pueblo de Huesca tiene una
pequeña ferrata de iniciación que a Rafa y a mí nos irá muy bien ya que nunca
hemos realizado ferratas. La ferrata se llama Castellot y es un K2 (van de K1 a
K6) con un desnivel de 25 metros. Hay que decir que la ubicación es muy bonita
ya que es una gran roca separada del resto de la montaña.
Ferrata Castellot
Llegando arriba
Hay que decir también que la ferrata era
bastante fácil pero por algo hay que empezar. Después de realizar la primera
ferrata ahora nos tocaba desplazarnos a la población de Graus, un pueblo que
podemos decir que se encuentra a la entrada de los Pirineos y a 40 kilómetros
de Baells.
Este pueblo es precioso y además
la vía ferrata se encuentra en un mirador desde el cual ves toda la localidad.
La ferrata se llama Peña del Morral y es un K1 con 112 metros de desnivel.
Según he leído en diferentes webs, mucha gente considera que debería ser un K2,
a mí, que no tengo ni idea, me pareció mucho más complicada que la de Baells.
La subida por esta vía es muy entretenida ya que tienes muchos pasos verticales
con un gran precipicio y además también tienes pasos laterales que ya tienen un
poco de complicación. Desde el mirador se ve perfectamente el Pico Cotiella y
detrás los grandes picos del Pirineo aragonés.
Rafa empezando la ferrata de Peña del Morral
Pico Cotiella desde mirador de Graus
Una vez finalizadas las dos
ferratas, comemos en Graus y ya nos desplazamos al pueblo de Barbaruéns, lugar
en el cual empieza una de las rutas del Pico Cotiella. Barbaruéns es un pequeño
pueblo que se encuentra a unos pocos kilómetros de Eriste y Benasque. Una vez
allí decidimos subir alrededor de 2 kilómetros por una pista de tierra hasta
llegar a una explanada en la cual dejaremos el coche.
Después de 10 horas de camino por
fin vamos a empezar a caminar. Nos esperan unos 5 kilómetros en los cuales
superaremos 500 metros de desnivel hasta llegar al refugio y además cargados
con todo lo necesario para pasar la noche en el refugio: comida, utensilios de
cocina, sacos… así que ya podéis imaginar cómo va la mochila.
El camino hasta el refugio es muy
bonito, vamos todo el tiempo por una senda alrededor de una pinada y cruzando
pequeños riachuelos hasta que llegamos a un primer collado en donde los pinos
empiezan a desaparecer. Después de este primer collado realizaremos otra
pequeña subida hasta otro collado en el que ya apenas hay árboles y domina un
gran prado y sólo nos quedará bajar
hasta el ibón de Cotiella y de ahí un kilómetro prácticamente llano hasta el
refugio de Armeña, que se encuentra a 1835 metros. Éste último kilómetro lo
vamos a dedicar a recoger robellones, ya que hay una gran cantidad, cenar
robellones a casi 2000 metros es la leche jaja.
Llegando al collado
Ibón de Cotiella
Una vez llegamos al refugio vemos
que no estamos solos tenemos dos compañeros, uno de Zaragoza y otro de Huesca,
que nos harán compañía, nos van a servir de gran ayuda ya que son los
encargados de cortar la leña y conseguir que el refugio esté calentito.
Refugio de Armeña
Después de limpiarnos un poco y
ordenar un poco la mochila, Xavi y yo decidimos ir a coger algún robellón más,
una vez que cogemos 10 decidimos que ya hay bastante y nos ponemos a hacer la
cena, ya que empieza a anochecer. Los robellones van a ser el primer plato, que
están buenísimos, y de segundo fideos chinos, los Yatecomo. A las 21:00 ya
estamos cenados y hablamos un ratillo con los compañeros.
Chicote haciendo rovellones
Pero vamos a lo importante, el
refugio tiene dos propietarios que viven todo el año en el mismo, son una
pareja de lirones caretos que se comen
todas las sobras que se dejan los inquilinos. Estos animalitos no hacen nada,
nuestros compañeros ya han dormido la noche anterior y no pasa nada, pero a mí
los animales no me gustan, así que menuda noche nos espera. Una vez nos
acostamos en el altillo, descubrimos que un lirón duerme arriba, entre el falso
techo y las tejas y el tío se tira toda la noche rascando, así que yo bien poco
voy a dormir.
Bueno, y por fin llega el sábado.
A las 7:00 nos levantamos y
descubrimos que el otro lirón duerme bajo, el nuestro sigue arriba jaja. Hoy
nos toca desayunar fuerte ya que nos espera una gran caminata y con mucho
desnivel.
Entre pitos y flautas, al final
empezamos a caminar a las 9 de la mañana, el inicio de la subida es por un
prado, pero en apenas 15 minutos desaparece y ya empezaremos a caminar sobre
piedras, en algunos momentos se aprecia una pequeña senda pero casi siempre
tenemos que estar pendientes de los hitos para no perdernos, aunque la cumbre
casi siempre la vemos y no tiene perdida. La subida es exigente y además vamos
a un buen ritmo, igual después a alguien le pasa factura. Cuando llevamos
aproximadamente 1 hora y media de subida aparece una trepada, que se puede
evitar dando un rodeo a la montaña, la trepada parece complicada pero una vez
en ella es sencilla ya que tiene muchas piedras para ayudarte. Para aquellos
que tengan vértigo ya sabéis, os tocará dar un rodeo. Una vez superada esta
gran pendiente nos aparecerá otra vez una senda que en apenas 20 minutos nos
llevará a un primer collado en el cual aprovecharemos a descansar 5 minutos y
comer algo, aquí ya estamos a más de 2700 metros de altura y las vistas son
espectaculares.
Cotiella
Una vez descansado un poco
emprendemos la última parte, en esta ocasión tenemos otra vez dos opciones,
seguir una senda que nos lleva por detrás de la montaña,” un tanto dominguera”
jajá o volver a realizar otra trepada, yo cálculo que entre 80-100 metros y
nosotros decidimos la versión fuerte y nos ponemos a trepar. Una vez finalizada
la trepada ya estamos arriba del collado y únicamente nos queda subir un poco,
10 metros como mucho, hasta llegar al vértice geodésico.
Última trepada
Las vistas desde el pico Cotiella
son espectaculares, por una vertiente puedes ver todos los grandes picos de los
Pirineos, igual que en Graus pero bastante más cerca, y por la otra todos los
valles y algún que otro pueblo.
En la cima y al fondo el Posets
Monte Perdido
El Cotiella es la primera montaña
que subo de los Pirineos, y a pesar de que no llega a los 3.000 metros (2912)
es una montaña que destaca por su prominencia, que es de 1182 metros y no tiene
nada que envidiar a muchas que superan los 3000, según nos dijo el sherpa Xavi.
Después de hacer unas fotos, nos
ponemos otra vez a caminar, ya que nos quedan aproximadamente entre 12-14 kilómetros para realizar la vuelta
circular al Cotiella. La vuelta consiste en ir cruzando collados, creo que eran
un total de 4, con lo que no es para nada fácil ya que hay rampas bastante
fuertes. Igual que en la subida al Cotiella, los otros collados son de características
similares, todo por piedra y apenas se aprecia el sendero, ¡cómo se va a
apreciar si en todo el día no vimos a nadie!
Paredes espectaculares
Después de llanear un buen rato
por fin aparece a lo lejos el Ibón de Plan, que es un lago que se encuentra a
1900 metros de altura. Xavi llevaba diciéndonos hacía un buen rato que estaba a punto de aparecer,
pero no había manera. Para llegar al Ibón tenemos que realizar una bajada muy
complicada en la que vamos a resbalar no sé cuántas veces, yo no sé el tiempo
que estuvimos bajando pero más de 30 minutos seguidos seguro. Cuando por fin
llegamos al algo, decidimos mojarnos los pies ya que llevamos casi 8 horas
caminando y los músculos están cargados, y después de descansar unos minutos,
nos pondremos por fin rumbo hacia el último collado.
Ibón de Plan
Que decir de este último collado,
teníamos que subir 500 metros de desnivel y yo desde el primer momento me
encuentro fatal, vamos que me pega una pájara de las buenas. Cada 20 metros
tengo que parar a descansar, así que a este collado le vamos a poner el nombre
del Calvario jaja. Yo no sé las veces que me paré a descansar y a beber pero
más de 50 son seguras y por delante los pobres de Xavi y Rafa todo el tiempo
esperándome. Cuando por fin coronamos el
collado me llevo la gran alegría de que desde allí arriba, a 2400 metros más o
menos, se puede ver el refugio, con lo que podemos decir que la ruta ya casi se
ha acabado. La bajada al refugio es una maravilla ya que aparece el prado y por
fin nos despedidos de las piedras.
Lo blanco que se ve pequeñito es el ¡refugio!
La vuelta circular al Cotiella,
nos ha costado un total de 9 horas y 30 minutos y calculamos que hemos caminado
unos 20 kilómetros. Una vez en el refugio, Rafa y yo habíamos decidido que
dormiríamos en el mismo, mientras que Xavi quería caminar 5 kilómetros más
hasta el coche, la sorpresa fue cuando el refugio estaba lleno, así que después
de descansar un poco nos tocó cargar saco y todo lo que teníamos allí y caminar
1 hora y media más hasta el coche y encima completamente de noche.
Llegando al coche
Cuando por fin llegamos al
parking, nos pusimos a hacer la cena y a montar las tiendas y antes de las
22:00 ya estábamos durmiendo, con la paliza que nos hemos pegado era normal. Al
día siguiente en principio teníamos que hacer otra vía ferrata pero Rafa y yo decidimos
que ya estaba bien para el cuerpo la paliza que nos habíamos pegado.
Bueno, esto es todo, espero volver
pronto con nuevas historias.
Saludossss