lunes, 3 de noviembre de 2014

SUBIDA AL COTIELLA (2912 METROS)

Hola a todos, después de un largo parón estival, ya estamos de vuelta para contar nuevas aventuras. Este parón me ha venido bien para descansar y reponer fuerzas ya que la primera salida del año ha sido bastante dura.

Ya han pasado unas semanas de la aventura, pero no he tenido muchas ganas de escribir hasta hoy. Durante la semana previa a la salida, tenía dos frentes abiertos para realizar una escapadita de fin de semana, el primero era desplazarse a Sierra Nevada y subir el Mulhacen y el otro era ir a los Pirineos a subir el Pico Cotiella y aprovechar para hacer alguna vía ferrata, finalmente haríamos la segunda opción.

En ésta aventura me van a acompañar dos personas más, Xavi, que ya lo he mencionado en entradas anteriores y que se conoce todo el Pirineo, no exagero, y su compañero de universidad Rafa, un gran amante de la naturaleza y experto en aves y plantas, no sabéis lo que he aprendido.

A las 6:00 del  viernes, Xavi es un dormilón pero para estas cosas sí que se levanta el granujilla,  partimos en dirección Pirineos, el viaje lo haremos en tres partes, ya que tenemos dos paradas para realizar vías ferratas y ya decidimos que iremos al Pico Cotiella.

La primera parada del día la realizamos en Baells, a 3 horas de Vila-real, éste pueblo de Huesca tiene una pequeña ferrata de iniciación que a Rafa y a mí nos irá muy bien ya que nunca hemos realizado ferratas. La ferrata se llama Castellot y es un K2 (van de K1 a K6) con un desnivel de 25 metros. Hay que decir que la ubicación es muy bonita ya que es una gran roca separada del resto de la montaña.

Ferrata Castellot

Llegando arriba

Hay que decir también que la ferrata era bastante fácil pero por algo hay que empezar. Después de realizar la primera ferrata ahora nos tocaba desplazarnos a la población de Graus, un pueblo que podemos decir que se encuentra a la entrada de los Pirineos y a 40 kilómetros de Baells.

Este pueblo es precioso y además la vía ferrata se encuentra en un mirador desde el cual ves toda la localidad. La ferrata se llama Peña del Morral y es un K1 con 112 metros de desnivel. Según he leído en diferentes webs, mucha gente considera que debería ser un K2, a mí, que no tengo ni idea, me pareció mucho más complicada que la de Baells. La subida por esta vía es muy entretenida ya que tienes muchos pasos verticales con un gran precipicio y además también tienes pasos laterales que ya tienen un poco de complicación. Desde el mirador se ve perfectamente el Pico Cotiella y detrás los grandes picos del Pirineo aragonés.

Rafa empezando la ferrata de Peña del Morral


Pico Cotiella desde mirador de Graus


Una vez finalizadas las dos ferratas, comemos en Graus y ya nos desplazamos al pueblo de Barbaruéns, lugar en el cual empieza una de las rutas del Pico Cotiella. Barbaruéns es un pequeño pueblo que se encuentra a unos pocos kilómetros de Eriste y Benasque. Una vez allí decidimos subir alrededor de 2 kilómetros por una pista de tierra hasta llegar a una explanada en la cual dejaremos el coche.

Después de 10 horas de camino por fin vamos a empezar a caminar. Nos esperan unos 5 kilómetros en los cuales superaremos 500 metros de desnivel hasta llegar al refugio y además cargados con todo lo necesario para pasar la noche en el refugio: comida, utensilios de cocina, sacos… así que ya podéis imaginar cómo va la mochila.

El camino hasta el refugio es muy bonito, vamos todo el tiempo por una senda alrededor de una pinada y cruzando pequeños riachuelos hasta que llegamos a un primer collado en donde los pinos empiezan a desaparecer. Después de este primer collado realizaremos otra pequeña subida hasta otro collado en el que ya apenas hay árboles y domina un gran prado  y sólo nos quedará bajar hasta el ibón de Cotiella y de ahí un kilómetro prácticamente llano hasta el refugio de Armeña, que se encuentra a 1835 metros. Éste último kilómetro lo vamos a dedicar a recoger robellones, ya que hay una gran cantidad, cenar robellones a casi 2000 metros es la leche jaja.

Llegando al collado

Ibón de Cotiella

Una vez llegamos al refugio vemos que no estamos solos tenemos dos compañeros, uno de Zaragoza y otro de Huesca, que nos harán compañía, nos van a servir de gran ayuda ya que son los encargados de cortar la leña y conseguir que el refugio esté calentito.

Refugio de Armeña

Después de limpiarnos un poco y ordenar un poco la mochila, Xavi y yo decidimos ir a coger algún robellón más, una vez que cogemos 10 decidimos que ya hay bastante y nos ponemos a hacer la cena, ya que empieza a anochecer. Los robellones van a ser el primer plato, que están buenísimos, y de segundo fideos chinos, los Yatecomo. A las 21:00 ya estamos cenados y hablamos un ratillo con los compañeros.

Chicote haciendo rovellones


Pero vamos a lo importante, el refugio tiene dos propietarios que viven todo el año en el mismo, son una pareja de lirones caretos  que se comen todas las sobras que se dejan los inquilinos. Estos animalitos no hacen nada, nuestros compañeros ya han dormido la noche anterior y no pasa nada, pero a mí los animales no me gustan, así que menuda noche nos espera. Una vez nos acostamos en el altillo, descubrimos que un lirón duerme arriba, entre el falso techo y las tejas y el tío se tira toda la noche rascando, así que yo bien poco voy a dormir.

Bueno, y por fin llega el sábado.

A las 7:00 nos levantamos y descubrimos que el otro lirón duerme bajo, el nuestro sigue arriba jaja. Hoy nos toca desayunar fuerte ya que nos espera una gran caminata y con mucho desnivel.

Entre pitos y flautas, al final empezamos a caminar a las 9 de la mañana, el inicio de la subida es por un prado, pero en apenas 15 minutos desaparece y ya empezaremos a caminar sobre piedras, en algunos momentos se aprecia una pequeña senda pero casi siempre tenemos que estar pendientes de los hitos para no perdernos, aunque la cumbre casi siempre la vemos y no tiene perdida. La subida es exigente y además vamos a un buen ritmo, igual después a alguien le pasa factura. Cuando llevamos aproximadamente 1 hora y media de subida aparece una trepada, que se puede evitar dando un rodeo a la montaña, la trepada parece complicada pero una vez en ella es sencilla ya que tiene muchas piedras para ayudarte. Para aquellos que tengan vértigo ya sabéis, os tocará dar un rodeo. Una vez superada esta gran pendiente nos aparecerá otra vez una senda que en apenas 20 minutos nos llevará a un primer collado en el cual aprovecharemos a descansar 5 minutos y comer algo, aquí ya estamos a más de 2700 metros de altura y las vistas son espectaculares.

Cotiella

Una vez descansado un poco emprendemos la última parte, en esta ocasión tenemos otra vez dos opciones, seguir una senda que nos lleva por detrás de la montaña,” un tanto dominguera” jajá o volver a realizar otra trepada, yo cálculo que entre 80-100 metros y nosotros decidimos la versión fuerte y nos ponemos a trepar. Una vez finalizada la trepada ya estamos arriba del collado y únicamente nos queda subir un poco, 10 metros como mucho, hasta llegar al vértice geodésico.

Última trepada

Las vistas desde el pico Cotiella son espectaculares, por una vertiente puedes ver todos los grandes picos de los Pirineos, igual que en Graus pero bastante más cerca, y por la otra todos los valles y algún que otro pueblo.

En la cima y al fondo el Posets

Monte Perdido

El Cotiella es la primera montaña que subo de los Pirineos, y a pesar de que no llega a los 3.000 metros (2912) es una montaña que destaca por su prominencia, que es de 1182 metros y no tiene nada que envidiar a muchas que superan los 3000, según nos dijo el sherpa Xavi.

Después de hacer unas fotos, nos ponemos otra vez a caminar, ya que nos quedan aproximadamente entre  12-14 kilómetros para realizar la vuelta circular al Cotiella. La vuelta consiste en ir cruzando collados, creo que eran un total de 4, con lo que no es para nada fácil ya que hay rampas bastante fuertes. Igual que en la subida al Cotiella, los otros collados son de características similares, todo por piedra y apenas se aprecia el sendero, ¡cómo se va a apreciar si en todo el día no vimos a nadie!

Los dos primeros collados son bastante duros y a mí ya me empiezan a pasar factura, mientras que mis compañeros van bastante bien. Después de comer haremos un tercer collado en el que lo paso ya bastante mal pero bueno aún puedo seguir. Después de esto nos toca descender una fuerte rampa y por fin aparece un sendero y algo de prado que para las piernas nos va a ir de maravilla.

Paredes espectaculares

Después de llanear un buen rato por fin aparece a lo lejos el Ibón de Plan, que es un lago que se encuentra a 1900 metros de altura. Xavi llevaba diciéndonos hacía  un buen rato que estaba a punto de aparecer, pero no había manera. Para llegar al Ibón tenemos que realizar una bajada muy complicada en la que vamos a resbalar no sé cuántas veces, yo no sé el tiempo que estuvimos bajando pero más de 30 minutos seguidos seguro. Cuando por fin llegamos al algo, decidimos mojarnos los pies ya que llevamos casi 8 horas caminando y los músculos están cargados, y después de descansar unos minutos, nos pondremos por fin rumbo hacia el último collado.

Ibón de Plan

Que decir de este último collado, teníamos que subir 500 metros de desnivel y yo desde el primer momento me encuentro fatal, vamos que me pega una pájara de las buenas. Cada 20 metros tengo que parar a descansar, así que a este collado le vamos a poner el nombre del Calvario jaja. Yo no sé las veces que me paré a descansar y a beber pero más de 50 son seguras y por delante los pobres de Xavi y Rafa todo el tiempo esperándome.  Cuando por fin coronamos el collado me llevo la gran alegría de que desde allí arriba, a 2400 metros más o menos, se puede ver el refugio, con lo que podemos decir que la ruta ya casi se ha acabado. La bajada al refugio es una maravilla ya que aparece el prado y por fin nos despedidos de las piedras.

Lo blanco que se ve pequeñito es el ¡refugio!

La vuelta circular al Cotiella, nos ha costado un total de 9 horas y 30 minutos y calculamos que hemos caminado unos 20 kilómetros. Una vez en el refugio, Rafa y yo habíamos decidido que dormiríamos en el mismo, mientras que Xavi quería caminar 5 kilómetros más hasta el coche, la sorpresa fue cuando el refugio estaba lleno, así que después de descansar un poco nos tocó cargar saco y todo lo que teníamos allí y caminar 1 hora y media más hasta el coche y encima completamente  de noche.

Llegando al coche

Cuando por fin llegamos al parking, nos pusimos a hacer la cena y a montar las tiendas y antes de las 22:00 ya estábamos durmiendo, con la paliza que nos hemos pegado era normal. Al día siguiente en principio teníamos que hacer otra vía ferrata pero Rafa y yo decidimos que ya estaba bien para el cuerpo la paliza que nos habíamos pegado.

Bueno, esto es todo, espero volver pronto con nuevas historias.


Saludossss